Considerada unánimemente como uno de los iconos indiscutibles de la reproducción sonora de todos los tiempos, nuestra representada KEF celebra este año una efemérides que muy pocas compañías de su sector se han podido permitir: el 50º aniversario de su fundación. Medio siglo de apuesta continuada por la mejor tecnología y el diseño más innovador para conseguir que el sonido a tamaño natural sea posible para un amplísimo abanico de aficionados. Creemos que la mejor manera de homenajear a esta ya legendaria compañía británica que simboliza como pocas el mítico –por su naturalidad y definición- “sonido inglés” es glosando los momentos álgidos de una aventura empresarial que fue posible gracias al talento y la visión de un ex-ingeniero eléctrico de la BBC (la mítica corporación de radio y televisión británica que durante décadas fue el referente máximo en materia de investigación en audio) llamado Raymond Cooke, que en 1961 decidió convertir sus sueños en realidad en un cobertizo situado en las instalaciones de una empresa metalúrgica llamada Kent Engineering & Foundry (de ahí el nombre de KEF).
Perfeccionista impenitente, el Sr. Cooke afirmaba que “El diseño de cajas acústicas cojeaba por culpa de las incoherencias del proceso de fabricación, y en especial por los diafragmas utilizados en los altavoces.” La base sobre la que descansaba KEF fue precisamente el desarrollo de nuevas tecnologías para transductores. Inicialmente se utilizaron el Melinex y el poliestireno expandido para, respectivamente, los altavoces de agudos y graves, concretamente el tweeter T15 y el impresionante woofer B1814, este último desarrollado en 1962 y que en 1963 evolucionó para convertirse en el legendario B139. Ambos transductores se combinaron en tres variaciones diferentes, siendo la primera de ellas el “monitor” Celeste, un producto que se convirtió inmediatamente en un clásico y que proporcionó seguridad financiera a KEF. Los mismos altavoces alcanzaron un tipo de cliente distinto a través de la columna Duette/Concord, que permitía una notable extensión de la respuesta en graves. Desde el punto de vista tecnológico habría que señalar el uso del Neopreno (goma de butilo artificial), concretamente en la suspensión periférica, como una de las grandes novedades del citado B139.
Las relaciones que KEF tuvo con la BBC desde el primer momento condujeron a la nueva compañía a fabricar cajas acústicas de monitorización para la prestigiosa corporación británica siguiendo diseños y especificaciones dictados por esta última. En especial, se puso un gran énfasis en un tipo de plástico laminar utilizado por la industria del embalaje que se conocía con el nombre genérico de Bextreno. El hecho de que dicho material exhibiera un comportamiento muy regular a lo largo de una banda pasante muy extensa hizo que se utilizara sistemáticamente en transductores empleados tanto por KEF como por otras marcas. A partir de este momento, la flamante compañía británica se convirtió en sinónimo de innovación tecnológica al más alto nivel –en 1975 fue la primera que apostó por la informática en sus procesos de investigación y producción- en el campo de la electroacústica, hasta el punto de que en 1979 Raymond Cooke fue nombrado miembro de la Orden del Imperio Británico por sus servicios a la industria, un reconocimiento que durante años le convirtió en embajador de facto de la industria de la Alta Fidelidad de su país
La lista de éxitos de KEF es amplísima, con modelos tan recordados como la Chorale y la Celeste (ambas comercializadas en 1969), la LS5/1AC (1972), la Model 104 (1973, el pistoletazo de salida de la todavía vigente Serie Reference), la Corelli/Cantata/Calinda (todas ellas en 1975), la 105 (1977; un hito en la historia del audio), Celeste III (1979), la KM1 (1981, un monitor de excepción desarrollado en exclusiva para la BBC) o la 104/2 (1984), que fueron acompañados por las diferentes generaciones del emblemático sistema de altavoces coaxial Uni-Q, los renovados diseños de la Serie Reference, la sensacional Model 109 “The Maidstone” y la exclusivísima e inimitable Muon, un producto único en diseño y tecnología que se ha convertido en auténtico objeto de deseo.
Desde aquí aprovechamos para dar las gracias a todos aquellos que han confiado en la pasión y la búsqueda de la excelencia KEF, ya que en última instancia han sido ellos los que han hecho posible una celebración tan señalada.